El seguro de responsabilidad civil es una modalidad de póliza destinada a cubrir los daños causados a terceros por acción u omisión. Y dentro de este tipo de seguros, existen múltiples subvariedades según el ámbito en el que sean efectivos. Es así como encontramos el llamado seguro de responsabilidad civil en construcción, destinado a esas personas físicas o jurídicas que intervienen profesionalmente en la fabricación de inmuebles.
Qué es y para qué sirve un seguro de RC para empresas de la construcción
El seguro de responsabilidad civil en construcción es un seguro orientado a resarcir económicamente de los daños materiales, patrimoniales y personales que una persona física o jurídica pueda ocasionar en un tercero de manera involuntaria, sea por acción, omisión o negligencia. En el mercado existen muchos productos de este tipo. Según la aseguradora concreta, contienen unas coberturas u otras. Sin embargo, hay unas coberturas mínimas y clásicas.
Coberturas en el sector de la construcción
Entre las coberturas más habituales del seguro de responsabilidad civil se encuentran los daños causados por culpa de los derrumbes de los edificios, por la caída de objetos, por la aparición de explosiones e incendios, por cables y fallas eléctricas, por apertura de zanjas mal señalizadas o por carga y descarga de materiales pesados o peligrosos.

Seguro de responsabilidad civil en el sector de la construcción: ¿es obligatorio?
Aunque sea sorprendente, la respuesta es no: el seguro de responsabilidad civil de construcción no es obligatorio y los constructores pueden prescindir de él. Sin embargo, es una auténtica temeridad: si ocurre alguna desgracia, las consecuencias económicas recaerían plenamente en el propio constructor o en el promotor. Podría ser fatal.
Para quién es este tipo de seguros de RC
El seguro RC de construcción está ideado, tal como hemos comprobado ya, para las empresas constructoras o para las empresas promotoras dedicadas a dar vida a nuevos inmuebles. En ese sentido resulta totalmente indispensable para estas organizaciones. A menos que quieran correr riesgos enormes. No obstante, existen otras muchas figuras profesionales que intervienen en la construcción de los inmuebles y que también deberían contratar un seguro con estas características. Veamos cuáles.

Fontaneros
El trabajo de los fontaneros presenta sus propios peligros. Uno de los más significativos es la apertura de zanjas en el suelo, que puede ocasionar caídas con consecuencias muy graves. Además, las fugas de agua ocasionadas por la mala instalación de la red de saneamiento puede poner en peligro la estructura del propio edificio.
Electricistas
En el caso de los electricistas, y como ya vimos anteriormente, el mayor peligro procede de las fallas eléctricas, el cableado defectuoso y, en general, cualquier error de instalación que pueda provocar daños humanos. Para un electricista es completamente imprescindible disponer de una póliza de este tipo. En todo momento.
Carpinteros
Las tareas de los carpinteros también pueden poner en peligro la salud física, material o patrimonial de terceros. El uso de herramientas, la descarga de materiales muy pesados o la caída de objetos pesados son algunos ejemplos de actividades arriesgadas. Esta póliza impedirá que debas hacer frente a los daños con tu propio patrimonio.
Otros profesionales de la construcción
Además, otros profesionales como los ingenieros, los arquitectos o los aparejadores también deberían contar con un seguro de responsabilidad civil profesional de construcción. Lo importante es ponerse en manos de expertos de las pólizas que puedan ayudarte a encontrar el seguro perfecto para tu caso concreto. La personalización importa.